'Efecto Placebo' de los remedios alternativos: Por qué funcionan | Dra. Zoé Jiménez Corretjer
- Mindful Zoé

- Mar 2, 2022
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Cada día se hacen más populares los remedios comerciales, los consejos de pasillo, los cristales de cuarzo y los sahumerios. Y es que estas creencias alternas han subsistido a lo largo de los siglos como una alternativa a la curación que en su contexto histórico tuvo su función sanadora. Antropológicamente hablando, el trabajo de los curanderos amazónicos tuvo y tiene su razón de ser. Muchos empleaban plantas y enteógenos que sí dan resultado en muchos casos, porque contienen la esencia de medicamentos en proporción natural. De ahí nace la medicina naturopática que resulta muy efectiva hoy día. Pero otra cosa es creer en las estrellas o predecir un destino sin validez científica. Estas creencias han existido quizás como un modo de solucionar rápidamente una preocupación, resolver un problema o encontrar alivio a cualquier angustia.
Las creencias populares resultan comerciales y capitalistas porque fomentan el mercado e inscitan a comprar piedras, rocas, inciensos, que le prometen una sanación rápida a la persona. Qué lo hace tan popular? El efecto placebo. Porque estos mecanismos alternos proporcionan un alivio a quien lo utiliza. Cuando la persona invierte una cantidad de dinero en algo de lo que está convencida que le va a curar, funciona a nivel mental el proceso de sanación por el efecto de convencimiento, un tipo de efecto placebo. Se le está dando una instrucción a la mente de que algo le va a "curar". Y funciona, pero temporalmente porque no está remediando el problema de la afección real. Muchas veces, estos remedios alternos son preferidos en vez de acudir a un psicólogo o profesional de la salud mental.
Qué hace que las personas eviten ir a terapia psicológica? Según los especialistas de INSPIRA, casi siempre es miedo al estigma, miedo a tener que enfrentarse a un posible diagnósitco que les asusta, temor a no poder terminar una terapia, temor a ser juzgado por el psicólogo, o miedo a tener que abrirse a contar sus cosas más íntimas o personales.
Sin embargo, el terapeuta es la persona que ha estudiado, está validada y certificada para ayudar a otros durante este proceso y jamás va a hacer sentir mal a alguien ni a causarle ninguna verguenza. Todo lo contrario, el psicólogo va a establecer una empatía y una atmósfera de seguridad en todo momento mientras dure el proceso psicoterapéutico. Hay casos en que la persona tampoco desea hacer frente real a su problema. Quizás evita tener que enfretarse a sus propios sufrimientos, a la verdad que subyace escondida en su inconsciente, quizás no quiera revivir un dolor o un evento pasado, pensar en una mala experiencia que tuvo. Sin embargo, el psicólogo va a lograr que estos miedos se superen y que el proceso sea el correcto sin causar ningún daño al paciente.
Por un lado, la sociedad hace más fácil la consumisión de las prácticas alternativas. El comercio está inundado de éstas. Y si bien, el mercado de la 'autoayuda' y las 'terapias alternativas' pueden resultar beneficiosas, no necesariamente van a estar completas. El efecto de la participación con un psicólogo es fundamental para lograr muchos cambios que la persona no siempre va a alcanzar sola porque los efectos placebo, aunque funcionen, no realizan un cambio completo ni permanente en el individuo a nivel psicológico. También los conceptos del vocablo "alternativo" ya traen un problema epistemológico con aquello que es: "alternativo", "holístico", "energético"... La vía ya está constituida por ese 'otro' camino alterno. Siempre va a ser una 'alternativa', ergo: un remedio alterno que va a ser temporero. El asunto puede resultar filosófico y linguístico. El fomento del mercado económico que prevalece e impulsa a las personas a seguir comprando para sentirse bien crea este tipo de confusión haciendo que muchas veces se opte vías alternas.

Qué hace entonces que en esta 'Nueva Era' las personas escojan otros caminos? Es posible que por el efecto placebo. A nivel neurológico, se ha probado en diversos estudios que el poder de la mente funciona. Si alguien está convencido de que algo lo va a cambiar, puede ayudarle o puede curarle un dolor, el cerebro lo va a manifestar. Sabiendo cómo funciona entonces el fenómeno del placebo o de convencimiento pleno, podemos transformar la manera en que pensamos a favor nuestro. Sin embargo, estos resultados pueden ser pasajeros, porque el trauma, el asunto o el bloqueo mental inconsciente puede haberse calmado con el efecto placebo, pero no erradicado, eliminado o sanado correctamente. Para sanar a fondo algo, no solo necesitamos el deseo y la motivación, las vías alternas y el esfuerzo por lograrlo, sino la mano profesional y científica de quien conoce hacia dónde llegar, para detectar el punto neurálgico del problema a sanar.
Jonathan Kaplan, un psicólogo clínico de Nueva York, se ha estado interrogando por qué más personas llegan a su consultorio hablando de las cosas que le han pasado por culpa del "Mercurio Retrógrado". Y es que este discurso popular satisface a las personas y es más fácil de consumir que una explicación científica sobre los procesos neurales o cómo funciona el cerebro en un cambio cognitivo-conductual, por dar un ejemplo. Es una característica muy humana dejarnos llevar por el sesgo de lo que se nos hace "más fácil" procesar, esos caminos metafóricos y poéticos que suelen estar atenuados por el deseo intrínseco de aquello que deseamos justificar. Es más difícil enfrentarnos o aceptar una realidad, porque esto conlleva el descubrimiento de una posible verdad que no hemos querido desvelar en mucho tiempo.

Además es más fácil echar culpas, proyectarnos en otra cosa. El efecto de proyección es siempre un acto de evadir la realidad última. Pero es muy humano dejar que nuestros instintos se inclinen por el sesgo negativo. Asumir la realidad que impone saber que tenemos que corregir algo, o de desvelar algo que nos angustia profundamente no es un proceso fácil. Por eso el primer acto de llamar a un psicólogo es la primera gota de alivio en ese proceso de sanación. Y esta no es una vía alterna, sino directa hacia el proceso de bienestar humano.
Lo popular siempre va a ser más fácil de asumir que la ciencia. El cerebro siempre va a buscar el camino más corto y práctico y lo que esté más accesible será la elección primera. Pero estas prácticas populares le funcionan a muchas personas y otras no. Y si les funcionan de forma positiva, esto redunda en un efecto positivo. Pero cómo funcionan? Pues porque estamos dándole la instrucción al cerebro para que ocurra aquello que deseamos. El efecto placebo está muy cerca de la conocida "Profecía Autorrealizable" que estudia la psicología social. Este mecanismo infiere que según anticipamos el resultado de algo, este resultado ocurre. También se conoce como el Efecto Pigmalión. De cierta forma , un adelanto a que ocurra algo, contribuir a que de manera indirecta eso que decimos, suceda. Esta forma de 'Efecto Placebo' funciona de manera parecida. Si estamos convencidos de que lo que vamos a emplear, tomar, utilizar o asumir, va a resultar en un efecto positivo, entonces obtenderemos el efecto deseado. Claro, esto ocurre cuando hay total convencimiento de que va a pasar lo que pensamos que va a pasar. Si existe la duda, el efecto placebo, no se da. Tiene que haber un convencimiento. Pero qué dicen muchos sobre esto: pues que si el efecto placebo funciona, pues le está funcionando a la persona y es algo positivo. Pero el efecto Pigmalión o la Profecía Autocumplida también se da de manera opuesta. Si estamos convencidos de que vamos a fracasar en una tarea, en un proyecto o creemos que no vamos a obtener un ascenso o que no lograremos el puesto de trabajo que deseábamos, entonces, llega el fracaso. Es como un modo de pensamiento predestinado, que se anticipa según damos esa "instrucción" al cerebro. Sin embargo, el efecto del falso convencimiento puede ser temporero, porque la afección emocional, mental o conductual que pueda estar sufriendo la persona no se ha resuelto en su fondo. Y para esto, el psicólogo y el neuropsicólogo, que conocen a fondo los mecanismos del cerebro, van a saber conducir apropiadamente a la persona para llegar a la esencia del problema y así ayudar a la persona al autodescubrimiento en el que pueda entonces, erradicarlo.
Lo que se recomienda, es no dejar solos los mecanismos alternativos sino complementarlos con psicoterapia. Para nosotros los psicólogos, es cuestión de entender lo que necesita el paciente, para entender cual es la vía alterna que está bucando, ver a qué en específico el paciente está dándole la vuelta, qué es lo que quiere la persona encontrar y llegar al punto central del asunto para ayudarla. Nunca se debe sustituir la psicoterapia por las terapias alternativas. Como psicólogos, debemos entenderlas para que podamos hablar el mismo lenguaje con nuestros pacientes. Las formas alternativas nos ayudan a ayudar al paciente a descubrir la esencia de un posible problema o queja. Así podremos guiarlos de manera correcta y apropiada a través de sus procesos particulares. Es cuestión de nunca dejar estos mecanismos solos, sino combinarlos. Krista Burton atribuye este fenómeno de la proliferación de las prácticas populares en la nueva era, a un efecto de la sociedad "de demostrar que el sistema actual no funciona". Quizás, sea también una forma de protesta colectiva, una reacción al malestar del presente. Para mí hay de las dos; la presencia de una vía alterna que es más rápida para solucionar en apariencia algo de manera en apariencia 'eficaz', y el efecto del mercadeo y proliferación del comercio capitalista.
Así que, si en algún momento te preguntas si debes acudir a la cartomancia o a hacer uso de tus cristales de cuarzo, debes saber que estas alternativas están funcionando por una forma de convencimiento, como una especie de efecto placebo. No hay nada malo en ello. Si te ayuda, pues te ayuda. Si te sientes bien, pues te sientes bien y eso está fenomenal. Pero puede ser temporero ese alivio porque no estás erradicando el problema que subyace en tu mente. Para esto puede que necesites otras herramientas que lleguen a ese lugar. Puede haber situaciones, problemas, pensamientos y conductas que no necesariamente van a mejorarse con estas alternativas. Y es aquí donde debes acudir a un psicoterapeuta. Nunca tengas miedo de esto. El psicólogo te va a conducir con empatía, bondad, compasión y propiedad.

Recuerda que los resultados positivos no están en sí en la carta del arquetipo que te sale en el tarot, ni en la energía del cuarzo o de la amatista que te colocaste en tu cabeza, sino en la fuerza con la que has predecido tu estado mental. Recuerda siempre validar tus deseos con la ciencia y no dejar a un lado la práctica empírica, validada, probada y cientifica que te puede aportar un psicólogo en los momentos más importantes de tu vida. Los caminos alternos pueden ser viajes de vacaciones que se disfrutan, el camino correcto lo encuentras dentro de ti, es aquel que te lleva a tu hogar y esencia verdaderos. Mantener un balance entre esas vacaciones del alma y el diario vivir te llevará al progreso.




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